En la educación infantil
debemos centrarnos más en la experiencia que en la
teoría musical. Debemos conseguir que dentro de la enseñanza de la música los
alumnos se encuentren motivados hacia ella, por lo que un buen acercamiento a
la música podríamos hacerlo a través del juego, un juego en el que los niños se
involucren no solo de manera individual, sino también en grupo, buscando la
socialización y el movimiento por todo el aula.
El juego es
el método más natural para lograr la implicación de los alumnos, ya que a
través del movimiento y del ritmo, los alumnos pierden el miedo por esta
asignatura y pueden llegar a ellas con ganas e ilusión.
Para ellos existen miles de actividades que nos ayuden a
ello, como por ejemplo:
·
La percusión corporal.
·
La percusión con objetos cotidianos.
·
Aplaudiendo (juego de palmas).
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